La Fisioterapia respiratoria se compone de una serie de técnicas de tipo físico que, junto al tratamiento médico, de forma complementaria, pretenden mejorar la función ventilatoria y respiratoria, proporcionando una mejor calidad de vida a la persona que lo realiza.
Técnica de espiración lenta prolongada ETGOL + espiración forzada TEF:
Es una técnica sencilla, que se puede realizar de manera autónoma en domicilio, siempre y cuando se haya aprendido y entrenado con el fisioterapeuta con anterioridad.
Su finalidad principal es mover las secreciones que se encuentran en zonas periféricas y de menor calibre bronquial a zonas más altas y de mayor calibre, para facilitar su expulsión.
Si no existe contraindicación para ello, el paciente debe colocarse en decúbito lateral, situando en la parte inferior el pulmón del cual queremos movilizar las secreciones. En el caso del que el paciente no pudiera tumbarse de lado, se podría realizar sentado.
Ésta técnica se basa en hacer espiraciones con flujo muy lento con boca abierta y glotis abierta (para asegurarnos que se hace bien podemos poner un tubo en la boca). Una vez que terminamos de expulsar el aire se debe hacer una espiración forzada, para sacar volumen de aire residual que queda en nuestros pulmones. Con esto también conseguimos que por el cambio de presiones el volumen inspiratorio aumente en el siguiente ciclo respiratorio.
Para que las secreciones vayan subiendo; tras realizar varios ciclos con el mismo flujo espiratorio lento y prolongado, las espiraciones deberán ir siendo paulatinamente más rápidas y cortas en el tiempo, terminando con ciclos respiratorios de espiraciones rápidas y fuertes. Y siempre terminando con la espiración forzada.
Si durante la realización del ejercicio aparecieran ruidos de secreciones el paciente realizara varios golpes de tos, que son espiraciones rápidas y fuertes con la glotis cerrada para aumentar la presión y conseguir expulsar esas secreciones. El paciente en todo caso debe tener una tos efectiva, con fuerza suficiente para poder expulsar las secreciones que van a irse acumulando. Si no es así no deberá realizarla nunca sin supervisión de un profesional que pueda provocar tos o realizar una tos dirigida, para conseguir efectividad en la tos.
Tener en cuenta que en pacientes neurológicos estas técnicas producen fatiga muscular que en muchas ocasiones están contraindicadas. Se podrían realizar con asistencia manual que implicase menor esfuerzo para el paciente.
En este vídeo colgado en Internet podemos ver todo lo explicado en la técnica anterior.
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